lunes, 22 de abril de 2013

Escribir porque sí, por ver si acaso se hace… Novo escribe, Novo vive lo que escribe



Si tuviera tiempo, escribiría
mis memorias en libros minuciosos;
retratos de políticos famosos,
gente encumbrada, sabia y de valía.
Salvador Novo

Salvador Novo, escritor mexicano, ha pasado por variadas facetas dentro de su obra artística, desde la poesía hasta el ensayo, la crónica, la novela, el periodismo  la autobiografía.
http://www.jornada.unam.mx/2004/11/28/sem-novo.html

La autobiografía de Novo nos hace cuestionar ¿Cuál fue su intención? ¿Qué problemas presentó para su publicación?...
Quiero plantear la difícil situación del oficio de escribir, nosotros somos responsables de nuestras publicaciones, en ocasiones la obra de un escritor es hasta cierto punto biográfica, aunque de antemano no lo haya dicho, las personas cercanas a él leerán y se verán reflejadas en las páginas, ¿qué consecuencias acarrean estos hechos?, seguramente serán motivo de agradecimientos, peleas, divorcios, desheredamientos, separaciones, odio, enemistad, un sinfín de sentimientos. Ante este panorama es que sitúo La estatua de sal, una obra que postergó su publicación hasta 1998, póstuma, ¿por qué?, no hay una razón clara en libro pero podemos pensar en la actitud de los editores, quizás determinaron que la sociedad no estaba lista para tantas confesiones, o que debía pasar tiempo –después de la muerte de Novo- por los números nombres que aparecen en la obra, y así no comprometer o develar vidas que quizás no habían salido del closet.
Acerca de su intención, parece que fue bastante intencionada, desde su juventud Novo guardaba memorias escritas:
Redacté con celeridad muchas páginas y las guardaba, a falta de mueble propio en casa, ni “estudio”, en la gaveta del gimnasio de Leyes. De ahí sacaba mi cuaderno todas las mañanas para proseguir, sentado a una banca del patio en lugar de ir a clases, mi gran novela dolorosa. Xavier sabía de ella, y le alarmó su crudeza, su sinceridad, la mención de los nombres auténticos. (113)
A Villaurrutia le inquietaba, seguramente aparecía su nombre en repetidas ocasiones tal como en la Estatua de sal, la diferencia es la muerte, al no haber nadie vivo de esas mencione no hay problema, nadie reclamará.

 En la nota del editor, hay referencia a una carta que Novo escribió a la revista Mañana acerca de su intención de continuar escribiendo sus memorias tal como lo hizo Jaime Torres Bodet, transcribo un trozo del citado por el editor

La vida de Jaime Torres Bodet ha sido pródiga y fecunda. Confieso la mayor curiosidad acerca del punto de partida de sus "memorias en el tiempo". Y a mi vez, quisiera tenerlo yo para seguir redactando las mías propias, que interrumpí cuando hace seis años entregué todo el disponible al Instituto de Bellas Artes. Entonces las había comenzado a escribir, e iba ya en mis quince años de edad, aproximadamente. Ahora, por supuesto, tengo bastante más que contar, que recordar, que valorar.
Pero también hay algo importante que refiere el editor sobre la insistencia de Novo y su generación por mostrase, por escribir sobre ellos mismos y publicarlo, no había vetas ni velos.

Ya en el texto de Novo se encuentran pequeños resquicios que permiten hipotetizar sobre el ejercicio de su autobiografía, por ejemplo en el inicio:

“Intentos tardíos y nocivos de psicoanálisis han rescatado de entre ellos los que a causa de su carácter de etapas primitivas de desarrollo de la libido, o bien se fijaron con mayor fuerza en mi memoria, o bien el médico me auxilió en revelarlos entre los demás de menos precisa significación.” (45)
Pareciera que Novo, fue con un psicoanalista, por ayuda, por probar, no lo sé y empezara ejercicios de reflexión y de memoria sobre su vida, aunque ya en el párrafo anterior veíamos la temprana tendencia a hablar sobre él y los demás. Me inclino a pensar que La estatua de sal así como mucha de su obra tiene tintes autobiográficos, ¿la razón?, pienso en su estilo, quizás su mejor estilo se refleja ahí, él mismo en sus líneas:
“He referido ya este episodio, con la emoción directa de su primera evocación, en Return Ticket, cuando, con toda mi constante tendencia a la autobiografía, no pensé tener que volver a vivir su angustia.” (55)
Que desde sus primeras poesías se veía reflejado, perfilado, ese afán por darse a conocer, por convertirse a través de sus páginas en una estatua, pues la piedra perdura, una estatua que como dice Monsiváis, volteo a ver todo ese mundo “vetado” “prohibido” y se quedó ya desde su inicio en su obra:
“(…) Mis primeras poesías, fechadas en 1915; es, cuando contaba 11 años de edad. No hay una sola entre ellas que muestre genio; pero no hay ninguna que no exhiba un talento resuelto, sobre toda consideración, a exhibirse; una ágil actitud mimética, histriónica, para representar con decoro cuanto se propone sobreponer la incapacidad permanente de una expresión sincera y auténtica” (61)
Finalmente recalco que una de las características en la obra de Novo es la autobiografía.


Referencias

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